El CARAJO, dada su ubicación en un área de mucha inestabilidad (en lo alto del mástil es donde se manifiesta con mayor intensidad el rolido o movimiento lateral de un barco) también era considerado un lugar de “castigo” para aquellos marinos que cometían alguna infracción a bordo.
El castigado era enviado a cumplir horas y hasta días enteros en el CARAJO y cuando bajaba lo hacia tan mareado que se mantenía tranquilo por un buen par de días. De allí viene la expresión MANDAR AL CARAJO.
A partir de este momento podremos decir CARAJO, o mandar a alguien al CARAJO, con un poco mas de cultura y autoridad académica!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario